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Raíces, de las cavernas a la luna

  • Santiago Torres
  • 2 ago 2021
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 5 ago 2021

Antes de antes


Ya no les alcanzaba lo probable, y emprendieron viaje en busca de lo posible. Tenían la tez negra o marrón oscuro, abundante pelo en todo el cuerpo. Ya caminaban erguidxs, y poseían el conocimiento del arte, la piedra y el fuego.

Salieron en grupos hacia diversas direcciones, diversos climas y geografías, sin saber que éstas iban a modificarlxs a tal punto de enfrentarlxs muchos siglos después en nombre de la civilización que ellxs mismxs comenzaban a crear.

Son lxs homosapiens, lxs primerxs Seres Humanxs. Son nuestros parientes, son negrxs, marrones, poligámicxs, politeístas, paganxs, y también están en nuestros genes. Todos lxs Humanxs somos afrodescendientes.

Cada grupo fue asentándose en diferentes lugares del planeta, dejando tribus, y descendencia. Creando cultura, y creencias. Y enfrentándose a otras tribus por conseguir mejores territorios. Pintaron sus pieles para la guerra, y con cueros de animales muertos inventaron las primeras ropas y “banderas”. Comenzando a generar así, las primeras iconografías que siglos después se convertirían en estas mismas letras con las que hoy escribimos por ejemplo Ecología.

Los sonidos fueron tomando nitidez, y a cada objeto le correspondía uno. Así comenzaron las palabras, los idiomas.

Tomaron piedras que parecían animales, y con la talla crearon pequeñas esculturas a las que les adjudicaron la primera fe: la talla de animales les garantizaba que podrían cazar suficiente para toda la tribu. Del mismo modo que cada religión actual concede dones o gracias luego de sus ritos.

Aquellxs que se retiraron hacia las zonas frías modificaron su genética de forma natural, aclararon su piel y sus cabellos, como parte de la adaptación al medio. Quienes quedaron en las zonas más cálidas conservaron sus colores originales.

Aquellxs que más lejos iban más diferentes geografías encontraban, y más debían esforzarse por adaptarse y progresar. Así aquellxs que procedían de territorios calurosos se asentaron en zonas sumamente frías debieron ocupar más su tiempo en la supervivencia en medio de lo desconocido. Lxs humanxs adaptadxs a su medio, y en lucha por la formación de naciones con soberanía primitivas, empiezan a pensar de modo sistemático acerca de determinadas cosas, naturales y sobrenaturales, de modo tal de encontrar respuestas. Así nace la filosofía. De ésta devienen todas las demás ciencias, impregnando todo el planeta de modos, formas y métodos que se emplean hasta el día de hoy.

Cada grupo desarrolló su organización, cultura y creencias, en relación a sus distintas realidades cotidianas.


No es posible ponerle fronteras al ser humanx ni a la suma de nuestras culturas. Cómo especie somos nómades, aunque individualmente nos quedemos en un sitio. Todxs somos viajerxs, aunque no todos hayamos pisado la luna.

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